siempre una causa que lo provoca, Dios es también la causa primera u original de este cosmos cambiante y en movimiento al que pertenecemos. A pesar de que tal planteamiento no sea aceptado universalmente, lo cierto es que tampoco puede ser tomado a la ligera, ya que posee una lógica interna que desafía al pensamiento humano. Creo que los últimos descubrimientos científicos obligan a replantear dicho argumento, pues la cosmología actual nos conduce también a la misma conclusión. El universo no puede
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